lunes, 23 de marzo de 2020

Repaso del pronombre: solucionario (1º ESO)

Os dejo el enlace al solucionario sobre el repaso del pronombre, que realizasteis la semana pasada, para que comprobéis cuáles son las respuestas correctas y corrijáis aquellas en las que os equivocasteis.
Vuestro trabajo para hoy es, en primer lugar, realizar esa comprobación y, después, enviar un poema que os guste especialmente, como indiqué en la entrada del sábado –Comparte un poema–, con motivo del Día Mundial de la Poesía.
Espero vuestros poemas.

ATENCIÓN: si alguno de vosotros se dejó el libro de texto olvidado en el instituto, la editorial Casals permite, durante estos días en que no podemos ir a clase, acceder gratuitamente al libro digital. Solo tenéis que registraros con la ayuda de vuestro padre o vuestra madre (les van a pedir algunos datos suyos porque tenéis menos de catorce años). De esta forma, todos podréis enviarme los ejercicios que voy mandando.

9 comentarios:

  1. Hola nieves, soy Alejandro de 1A, te llego el comentario con las respuestas de solucionario,¿te llego?

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  2. Hola, Alejandro:

    Sí me llegaron tus respuestas sobre el repaso del pronombre. Te lo indiqué debajo de tu comentario.

    Cuando me envíes el trabajo que pida, tienes que comprobar si te he respondido mirando en la entrada correspondiente unas horas después.

    Un saludo

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  3. Maria 1A
    ¿Te mando las soluciones que tenia mal?
    Un saludo.

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  4. Hola, María:
    No hace falta. Solo tienes que comprobar que las tienes bien y corregir las que tengas mal.
    Un saludo.

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  5. Itziar1D profe no encuentro mi cuestionario y yo lo envíe ,lo digo para corregir . ¿ Dónde enviamos el poema ,en la entrada del sábado o en esta ?

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    1. Hola, Itziar:
      Tu cuestionario estará en la entrada del miércoles. Si no, estará en las anteriores. Haz el favor de buscarlo porque está publicado.

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  6. zoe
    Yo he elegido el poema Albada
    Despiértate. La cama está más fría
    y las sábanas sucias en el suelo.
    Por los montantes de la galería
    llega el amanecer,
    con su color de abrigo de entretiempo
    y liga de mujer.

    Despiértate pensando vagamente
    que el portero de noche os ha llamado.
    Y escucha en el silencio: sucediéndose
    hacia lo lejos, se oyen enronquecer
    los tranvías que llevan al trabajo.
    Es el amanecer.

    Irán amontonándose las flores
    cortadas, en los puestos de las Ramblas,
    y silbarán los pájaros –cabrones–
    desde los plátanos, mientras que ven volver
    la negra humanidad que va a la cama
    después de amanecer.

    Acuérdate del cuarto en que has dormido.
    Entierra la cabeza en las almohadas,
    sintiendo aún la irritación y el frío
    que da el amanecer
    junto al cuerpo que tanto nos gustaba
    en la noche de ayer,

    y piensa en que debieses levantarte.
    Piensa en la casa todavía oscura
    donde entrarás para cambiar de traje,
    y en la oficina, con sueño que vencer,
    y en muchas otras cosas que se anuncian
    desde el amanecer.

    Aunque a tu lado escuches el susurro
    de otra respiración. Aunque tú busques
    el poco de calor entre sus muslos
    medio dormido, que empieza a estremecer.
    Aunque el amor no deje de ser dulce
    hecho al amanecer.

    —Junto al cuerpo que anoche me gustaba
    tanto desnudo, déjame que encienda
    la luz para besarse cara a cara,
    en el amanecer.
    Porque conozco el día que me espera,
    y no por el placer.

    Jaime Gil de Biedma
    (Moralidades, 1966)

    ¿Donde están las correciones ?

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    1. Hola, Zoe:
      El poema hay que enviarlo a la entrada "Comparte un poema", no aquí.
      Las correcciones las publiqué ayer. Búscalas.
      Un saludo

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  7. Omar Salmoun El Khayati de 1A
    El poema
    Aceituneros

    Andaluces de Jaén,
    aceituneros altivos,
    decidme en el alma: ¿quién,
    quién levantó los olivos?

    No los levantó la nada,
    ni el dinero, ni el señor,
    sino la tierra callada,
    el trabajo y el sudor.

    Unidos al agua pura
    y a los planetas unidos,
    los tres dieron la hermosura
    de los troncos retorcidos.

    Levántate, olivo cano,
    dijeron al pie del viento.
    Y el olivo alzó una mano
    poderosa de cimiento.

    Andaluces de Jaén,
    aceituneros altivos,
    decidme en el alma: ¿quién
    amamantó los olivos?

    Vuestra sangre, vuestra vida,
    no la del explotador
    que se enriqueció en la herida
    generosa del sudor.

    No la del terrateniente
    que os sepultó en la pobreza,
    que os pisoteó la frente,
    que os redujo la cabeza.

    Árboles que vuestro afán
    consagró al centro del día
    eran principio de un pan
    que sólo el otro comía.

    ¡Cuántos siglos de aceituna,
    los pies y las manos presos,
    sol a sol y luna a luna,
    pesan sobre vuestros huesos!

    Andaluces de Jaén,
    aceituneros altivos,
    pregunta mi alma: ¿de quién,
    de quién son estos olivos?

    Jaén, levántate brava
    sobre tus piedras lunares,
    no vayas a ser esclava
    con todos tus olivares.

    Dentro de la claridad
    del aceite y sus aromas,
    indican tu libertad
    la libertad de tus lomas.
    Es de Miguel Hernández

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